domingo, 7 de junio de 2009

La nueva capital del medio ambiente






El cambio climático vuelve a centrar las reuniones de los expertos de Naciones Unidas. 2009 está marcado en rojo y con un círculo en el calendario de todo el mundo, puesto que antes de que finalice se deben afrontar las consecuencias que se derivan de este fenómeno con un nuevo acuerdo que salga de la celebración de la 15ª Cumbre Mundial de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, que tendrá lugar del 7 al 18 de diciembre en Copenhague. De este modo, la capital de Dinamarca se convertirá en el centro de todas las miradas de la comunidad internacional, que tratará de alcanzar un acuerdo con el objetivo de poner freno a la amenaza que supone hoy el calentamiento global del planeta y a las emisiones de gases causantes del efecto invernadero con un nuevo protocolo de actuación.
A la cita acudirán representantes de 189 países con un objetivo claro: dar vida al acuerdo que sustituya a partir de 2012 al actual protocolo de reducción de emisión de gases nocivos, que se firmó en Kioto y al que sólo le quedan tres años de vida. Ahora, todo pasa por mejorar los actuales acuerdos por otros más ambiciosos que vayan un paso más allá. Un trabajo nada fácil, sobre todo por las reticencias de potencias emergentes como China y la India y de grandes emisores como Estados Unidos. Sin embargo, la llegada a la Casa Blanca de la Administración Obama abre un nuevo hilo de esperanza.
Uno de los aspectos más importantes que centrará el futuro tratado será el que gire entorno a los acuerdos para intentar abordar la reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de forma significativa a medio y largo plazo. Además, la comunidad internacional también tendrá que hacer frente en el marco de la cumbre a retos como detener la deforestación, facilitar el acceso al agua y alimentos a millones de personas que lo tienen difícil por culpa del cambio climático, proteger la Tierra de la degradación y la pérdida de biodiversidad, así como elaborar políticas de cobertura de riesgos y de protección de los pueblos más vulnerables, entre otros aspectos. En definitiva, el respeto por el medio ambiente, la calidad de vida y el suministro de energía son otros de los principales puntos a debatir en la COP15.
Una de los principales cambios que se vivirán en la cumbre de diciembre será la participación activa del gobierno estadounidense. Hasta este momento se había considerado como unos de los principales obstáculos en la lucha internacional contra el cambio climático, como sucedió durante la Administración Bush. Ahora, con el cambio de gobierno, no sólo participará, sino que además y, tal y como ha anunciado el presidente Barack Obama, su país va a tratar de tener un papel protagonista en la próxima Cumbre en la capital danesa.
De este modo, delegaciones de Estados Unidos, junto con las de China, jugarán un papel decisivo en las negociaciones. La propia presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi, durante su reciente viaje a Pequín afirmó que ambos países deben trabajar estrechamente para afrontar la era 'post Kioto'.
Por su parte, el actual comisario europeo de Medio Ambiente, Stavros Dimas, propuso hace unos días desarrollar una serie de medidas que permitan recortar las crecientes emisiones de gases efecto invernadero en los transportes. De este modo, Dimas pretende que durante la cita de Copenhague, el transporte aéreo y marítimo forme parte del nuevo acuerdo global, ya que en la actualidad no están contemplados en el vigente Protocolo de Kioto.
Pero antes de llegar a la cita de diciembre en Dinamarca ya se han puesto en marcha las reuniones previas. Sin ir más lejos, desde el pasado lunes y hasta el 12 de junio, la ciudad alemana de Bonn acoge la Mesa Inter-Academias, la segunda de una serie de reuniones programadas a lo largo de este año, con el único objetivo de ir elaborando el borrador para el nuevo tratado global sobre el clima, que se irá desarrollando en próximas citas antes del inicio de la cumbre.
A estas reuniones a las que llegan más de 3.000 expertos, representantes de academias de las ciencias de 70 países de todo el mundo reclaman a los gobiernos su participación en las negociaciones sobre el cambio climático. Serán los primeros acercamientos entre unas delegaciones que durante 12 intensos días trabajarán en la redacción del nuevo borrador.

05.06.09 -
MARÍA IVORRA
VALENCIA

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